La Torre de Canaid
La torre de CANAID no es de marfil. Es austera sin dejar de ser acogedora. Como aquella, tiene palabras grabadas en las vigas del techo....
Son tiempos desafinados, ansiosos, crispados. Vivimos de sobresalto en sobresalto, de crisis en crisis, instalados en la incertidumbre crónica, interpelados por constantes emergencias, ensordecidos por discusiones estridentes.
Especialistas desarmando simulacros
”